Las suculentas se diferencian del resto de las plantas, básicamente en la estructura de sus hojas. Estas se encuentran diseñadas especialmente para almacenar agua y, además, para evitar la transpiración en las horas más calientes del día.
Debido a sus peculiaridades, este tipo de plantas requieren un cuidado significativamente distinto al de otras plantas.
A continuación, te diremos los factores que inciden con más fuerza sobre la viabilidad de las suculentas:
Luz
Si bien es cierto que las suculentas se encuentran en climas áridos, estas plantas prefieren encontrarse alejadas de la luz directa. De esta forma se protegen de sufrir de deshidratación y morir.
Un cuidado para las suculentas del jardín es ponerlas bajo la sombra de otro árbol, para que puedan recibir la luz del sol, pero no de forma directa. Si la planta está en interiores, se debe mantener alejada de la ventana en primavera y verano.
Temperatura
Las suculentas son capaces de soportar temperaturas invernales, sin embargo, estas se desarrollan mejor en temperaturas cálidas, propias de los climas de zonas áridas.
Su rango de termotolerancia oscila entre 4 °C a 27 °C y es importante no realizar cambios de temperatura bruscosy no ponerlas cerca de fuentes de frio o calor.
Riego
El riego de las suculentas se limita a la administración de agua una vez por semana o hasta una vez cada 15 días.
Regar constantemente las suculentas, puede provocar un deterioro rápido de este tipo de plantas, ya que absorberían más agua de la que pueden tolerar.
Al regarlas, el agua debe dirigirse hacia el suelo y no hacía las hojas y tallos, ya que pueden empezar a descomponerse.
Suelo
Al plantar suculentas en macetas, se recomienda el uso de sustratos básicos con pocos minerales, ya que estas plantas no son muy exigentes. Además, deben ponerse pequeñas piedras o grava en las macetas para facilitar el drenaje del agua.
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